Reseña: La Sombra de Saros
Durante el confinamiento las posibilidades del rol físico se desvanecieron durante unos meses, así que decidimos cambiar de plataforma y comenzar una campaña para Cthulhu d100 / Ratas en las paredes que adquirí por Verkami: ni más ni menos que La Sombra de Saros, de Xabier Ugalde. Personalmente no soy mucho de jugar campañas editadas, porque tiende a haber cierto encarrilamiento. Siempre he pensado que si no sabes qué van a hacer los personajes esta partida, imagínate dentro de 10. En cualquier caso, teníamos tiempo y me lo tomé como un pequeño reto el dirigir la campaña y llevarla a su buen término (es un decir esto de buen, ya sabemos que estamos hablando de Cthulhu).
Antes de entrar en algunos detalles sobre la historia (libre de spoilers), hablemos sobre la campaña de Verkami y la edición en sí. La Sombra de Saros es una aventura financiada por una campaña de mecenazgo que alcanzó la nada desdeñable cifra de 12000 euros y casi 400 mecenas, que, para un producto de rol español sin una editorial detrás, me resultan unos números muy buenos. Tanto es así que se desbloquearon todas las recompensas adicionales o stretch goals, incluidos mapas, tokens variados, un calendario de 1924 (año en el que se desarrolla la historia) y una aventura adicional a modo de prólogo, entre otras cosas. El libro se encuentra encuadernado en tapa rústica con solapas, con portada a todo color y sus buenas 280 y pico páginas, incluidas las ayudas de juego y una ficha híbrida para Chutlhu d100 y Ratas en las paredes. Nosotros, en nuestro caso, la adaptamos a Cthulhu 7ª fácilmente. El interior es en blanco y negro, sobrio y elegante, a dos columnas y fácil de leer y con un papel más bien tirando a grueso. Hay bastantes ilustraciones acompañando al texto, tanto temáticas como mapas de las diferentes localizaciones. No recuerdo ningún fallo de redacción en el libro, salvo una errata donde un personaje cambia de nombre. En general, estoy muy contento con la calidad del libro.
Volviendo a nuestra historia de confinados, empezamos jugando la precuela, Pesadilla en Manor Peak, para ver si nos interesaba la historia y vaya si lo hizo: en dos sesiones dimos carpetazo al misterio de Manor Peak y los jugadores, incluyéndome a mí, estábamos listos para más. Esto me supuso la tarea de tener que leerme el resto del libro para ir viendo por dónde podían ir los diferentes caminos e historias, aunque el autor nos ofrece en la introducción un resumen de cada capítulo que te sirve para empezar a sumergirte en las tramas que se entrelazan en la ficticia ciudad de Bloomfield en 1924.
La campaña cuenta con una serie de personajes pregenerados que, por alguna razón u otra, han llegado a Bloomfield con idea de establecerse allí. Algunos de estos personajes tienen lazos entre ellos. En la partida que jugamos los personajes fueron Michael Thomas, Eva Brown, Patrizzio Fontana y Samuel “Padre” Smith. Una de las pegas que le puedo sacar a la historia es que los personajes pregenerados, al ser de fuera y tener relativamente tan pocos lazos que les unan a la ciudad y lo que pueda pasarle, tienen muy fácil la solución de “nos vamos de aquí” cuando los asuntos empiezan a ponerse turbios. Hay que hacer un acto de suspensión de la incredulidad un poco más grande de el que me hubiera gustado para que la cosa tire para delante. Desde mi punto de vista, si los personajes ya fuesen de allí y tuviesen algunos relaciones con la comunidad y otros personajes, sería más fácil que la introducción a cada capítulo de la historia fuese más suave y tuviesen una motivación más clara por la que meterse en esos charcos. De hecho, en los capítulos finales intenté abordar esta situación y preparé un poco las historias para que entrasen de una manera más natural. La otra pega, por poner fin al apartado de cosas que no me terminaron de gustar de la trama en sí, es la abundancia de criaturas de los Mitos. Es cierto que es una historia relativamente larga, pero en mi opinión, si salen demasiados conejos monstruosos de la chistera, la capacidad de asombro y horror ante lo sobrenatural, se va diluyendo. Aquí también metí un poco de edición casera para mantener el cupo de criaturas multitentaculares de dimensiones no euclidianas bajo control.
Sin desvelar mucho sobre la trama, tenemos a los investigadores que llegan, ignorantes de lo que se les viene encima, a Bloomfield, de alguna manera escapando de sus antiguas vidas. Y saltan de la proverbial sartén para caer en las brasas: crímenes, mafias, sectarios y fenómenos sobrenaturales se van intercalando, pintando un cuadro que va tomando forma a medida que avanzan los capítulos. La historia nos gustó y creo que mucho, aunque como preví, tuve que hacerle algunas adaptaciones a los últimos capítulos para ajustar a las acciones que se sucedieron. Al final, nuestros cuatro personajes (Eva murió en un capítulo anterior al capítulo final y fue reemplazada por un PNJ con el que los personajes habían labrado una amistad) consiguieron detener al mal que asolaba a Bloomfield, aunque a costa de sus propias vidas. La sensación fue triste y alegre a la vez. Nos habíamos encariñado con los personajes, que después de tantas sesiones, habían adquirido profundidad, y ya no los veríamos más. Pero el propio final fue peliculero, emocionante y nos queda el consuelo de saber que su sacrificio no fue en vano.
Si debemos juzgar el producto por como nos lo pasamos jugándolo, entonces La Sombra de Saros es totalmente recomendable, aunque mi consejo es que el director de juego sepa adaptar la jugosa historia al gusto de su mesa. ¡Iä, iä, Cthulhu fhtagn!